sábado, 20 de diciembre de 2014

Los Músicos Tienen su Día...Va a ser " un día Spinetta "

La Cámara de Senadores convirtió en ley un proyecto que declara al 23 de enero de cada año Día Nacional del Músico, en conmemoración al nacimiento de Luis Alberto Spinetta.
El proyecto faculta al Poder Ejecutivo a "publicar en papel las obras musicales, autorales y compositivas más importantes" del líder de Almendra y Pescado Rabioso, con el fin de ser "distribuidas en las instituciones que considere oportunas".
El proyecto había sido aprobado en la Cámara baja a finales de noviembre y girado inmediatamente al Senado, que lo ratificó por unanimidad. "Es algo en lo que los músicos venimos trabajando, en la posibilidad de tener un día, todos los años, en el cual podamos manifestar las condiciones en las cuales se desarrolla nuestra profesión y las necesidades a resolver", expresó a Télam Diego Boris, titular del Instituto Nacional de la Música.

Canción para los días de la vida

Este dia empieza a crecer
voy a ver si puedo correr
Con la mañana silbándome en la espalda
o mirarme en las burbujas.

Tengo que aprender a volar
entre tanta gente de pie.
Cuidan de mis alas unos gnomos de lata
que de noche nunca rien.

Si la lluvia llega hasta aquí
voy a limitarme a vivir.
Mojaré mis alas como el arbol o el angel
o quizás muera de pena.

Tengo mucho tiempo por hoy
los relojes haran que cante

Y la espuma gira en torno a mi piel
me han puesto manos para hablarle
a las cosas de mi.

Y al fin mi duende nació
tiene orejas blancas
como un soplo de pan y arroz

Y un hongo como nariz
cuatro pelos locos
y un violín que nunca calla
solo se desprende y es igual a las guirnaldas.

Este dia es algo de sal
me dejó vibrando al nacer
pesa y es liviano como un hilo sin nombre
suena un poco a mi guitarra.

Tengo que aprender a ser luz
entre tanta gente detras.
Me pondré las ramas de este sol que me espera
para usarme como al aire.

Y es que al fin mi duende se abrió
tiene un corazón de mantel y batón
y un guiño al ver que todo es verdad.

Ya los gnomos cuiden
a un violín que siempre canata
nunca se adormece y es igual a las guirnaldas.

Y es que nunca calla, solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.

domingo, 14 de diciembre de 2014

De Futbol Tambien Vive el Hombre - Una Mas y No jodemos mas


Che, si no es mucho pedir. Ya sé, parece que me estoy abusando de vos. Si no podés, todo bien, eh. En serio, no pasa nada. Pero, viste, si te llega a sobrar tiempo. Cualquier cosa avisame. Si no te jode, eh, si no olvidate, cero drama.
A River le pasa como a los Rolling Stones, la mejor banda de la historia de la música. Cualquier recital es una fiesta, ningún tema es malo, nunca te deja a gamba. Pero, viste cómo es, que se está por terminar el show y decís “la gastaron, pero si tocan Gimme Shelter con Lisa Fischer no me quejo, eh” o “si para cerrar salta Dylan al escenario y con lo que le queda de voz hace Like a Rolling Stone está todo más que bien, no me molesta, che”. Y por ahí estás contra la valla y gritás que un tema más es la medida justa para dejar de joderlos, porque ya sabés que están grandes y que la rompieron y que pase lo que pase lo que ya hicieron será inolvidable y que la entrada del recital va a ir a un cuadrito para tu living. Pero vos querés una más, ya que estás ahí. Por algo los Rolling Stones, en Argentina, tocan en River. Le ocurre igual a la Gallardeta: el semestre está hecho. El año, en realidad. Pero ahora que es temporada de frutillas por qué no te hacés una escapada a la verdulería y comprás un par, como para ponérselas de sombrero al postre. El torneo tiene forma de frutilla.
Y River ya está pipón: de almuerzo se morfó un campeonato local con gusto a revancha después de tiempos famélicos. Con postre incluido: esa superfinal (o algo así) contra el Casla, que le dio una estrella y el ticket para ir por otra: la Sudamericana. Esa fue la cena. Y para ese momento, el paladar ya estaba puntiagudo de nuevo, paladar ébano como el del famoso River, el famoso Riverplei. Y todos se bajaron los pantalones. Boca, por ejemplo, ocho veces. Y River no se bajó los pantalones, pero sí se tuvo que desabrochar un botón por tanto morfi. ¿Queda espacio en esa barriga para algo más? Con tanto tapeo, tantos pinchos de partidos invictos, récord histórico, tanto juego sabor Rutini, tanta food porn, tanta comida afrodisíaca contra Boca.
Ayer hubo un guiño que sería para tener en cuenta en cualquier mala película de Nicolas Cage: la Reserva (como por si faltara algo) salió campeona. Le sacó el campeonato a Racing en la última fecha. Fue puntera a piacere durante todo el torneo, se mancó contra la Acadé, le sirvió el título. Y en la última, Avellané no ganó el partido que tenía que ganar y, parapam, River campeón. Sí, así fue. Cualquier similitud con la Primera, por ahora es pura coincidencia. Al menos hasta esta noche, cuando la Gallardeta enfrente a Quilmes en la comarca del lúpulo. Godoy Cruz, a pocos ka emes, salió a comprar frutillas. Hay que ver si vuelve. Y si no, no pasa nada. Y si no, quedará como un regalo a la Acadé. Un si-ya-tengo-35-qué-me-cambia-uno-más-o-uno-menos, está bien, tomá, si para vos es lo máximo. O: -¿Tenés un pucho? -Sí, tomá.
-No, pará, te queda uno nada más, dejá.
-No pasa nada: tengo otro paquete en el bolsillo.

Ariel Cristofalo - Diario Ole 14/12/14

martes, 4 de noviembre de 2014

Cuenca Rio Lujan - La construcción de barrios privados y los desagües clandestinos provocan las inudaciones que afectan a miles de personas

Por Patricia Pintos - Jueves, 30 de Octubre de 2014

Lo explicó la geógrafa Patricia Pintos a través de un estudio sobre los efectos del urbanismo privado en la cuenca baja del río Luján. Esta madrugada la crecida superó los 5 metros y se prevé que seguirá subiendo. “El boom de estos desarrollos inmobiliarios va de la mano de las políticas neoliberales en la gestión urbana”, dijo Pinto según un informe de la agencia Infojus que pasamos a reproducir.
La crecida del Río Luján no se detiene. Durante la madrugada superó los 5 metros y extendió la inundación a nuevas zonas urbanas. “Si el agua sigue avanzando, hoy puede alcanzar la Basílica", dijeron desde los bomberos voluntarios que desde ayer están trabajando en la asistencia de los vecinos.  Según explicaron, en poco menos de 20 horas el nivel subió un metro hasta alcanzar los 5.22. Lo peor es que se prevé que seguirá subiendo.
Las causas aparentes de este fenómeno: las lluvias constantes de los últimos días. Las reales: el crecimiento de los barrios privados sobre la cuenca del Río que destruyeron su normal cauce. “Hay algunos estudios realizados por investigadores del Instituto Nacional del Agua (INA), específicamente el doctor Malagnino, que analizan la mega-urbanización San Sebastián, en Pilar. En ese estudio pudo determinar que el emprendimiento está asentado sobre el propio humedal, en la rivera del Río Luján, en el límite con Campana. Y que a partir de las obras de relleno para poder llevar adelante el emprendimiento, la planicie de inundación se redujo un 40 por ciento”, explicó a Infojus Noticias la geógrafa Patricia Pintos, investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional de La Plata y coautora junto a Patricio Narodowski, del libro “La privatopía sacrílega. Efectos del urbanismo privado en la cuenca baja del río Luján”, (2012).
“Hay una sucesión de mega-emprendimientos inmobiliarios que generó un efecto conjunto, un proceso de sumatoria que genera una incidencia clara en los cambios de los patrones de escurrimiento del Río Luján y por lo tanto, sería uno de los elementos más fuertes en la explicación de las inundaciones de los últimos años”, explicó.
A dos años de la máxima inundación en la historia de la ciudad de Luján, el río que surge en la unión de los arroyos El Durazno y Los Leones, y recorre Luján, Pilar, Exaltación de la Cruz, Escobar, Campana, Tigre y San Fernando, para desembocar en el Río de la Plata, aumentó su cauce y amenaza alcanzar niveles récord.
“El río necesita una planicie de inundación para que en momentos de creciente, el agua naturalmente inunde esa planicie, un proceso natural de cualquier río que tiene un caudal medio pero en épocas de crecientes, al superar ese caudal, evacúa el agua avanzando sobre ese espacio”, señaló Pintos.
 Al hacerse el emprendimiento junto al Río Luján –recordemos que San Sebastián tiene 1100 hectáreas– el lecho de inundación se redujo, porque se rellena un área que habitualmente el Río anegaba y esa reducción del lugar por donde debían escurrir las aguas, el Río lo resuelve de alguna anegando nuevas áreas. A su vez, –explicó Pintos– este fenómeno, ejerce un efecto de tapón sobre el libre escurrimiento del agua y genera un impacto aguas arriba. “Por esto es que desde  2011 y sobre todo en 2012, se vienen sucediendo una serie de inundaciones en la propia ciudad de Luján, a tal punto que hace un par de años el agua llegó hasta la cripta de la Basílica en un hecho inédito en su historia”, dijo.
Según Pintos, se puede argumentar, según los estudios, que “la afectación de las planicies de inundación del Río para la construcción de estos mega-emprendimientos está cambiando la dinámica de drenaje del cauce principal y los tributario del Río Luján y genera complicaciones aguas arriba, en la cuenca media.
La geógrafa explicó que los estudios hechos por el INA se abocaron a San Sebastián como muestra, pero que son aplicables a los 60 emprendimientos de este tipo que están asentados en el humedal del Río Luján, algunos de ellos linderos al cause principal y otros a sus tributarios. “Se puede extrapolar el análisis al resto, estamos hablando de que hay una sucesión de emprendimientos que generó un efecto conjunto, hay un proceso de sumatoria que genera una incidencia clara en los cambios de los patrones de escurrimiento del Río y por lo tanto, sería uno de los elementos más fuertes en la explicación de las inundaciones de los últimos años”, dijo.
Neoliberalismo geográfico
“El boom de estos desarrollos inmobiliarios a fines de los 90 y principios del 2000 va de la mano de las políticas neoliberales en la gestión urbana. Eso Incide en que los Municipios relajaron mucho su política de planificación del territorio, sobre todo en los ’90, muy de la mano del paradigma del dejar hacer al mercado, flexibilizar las reglas de juego y los procedimientos para que los mercados pudieran dinamizar las economías locales y alcanzar el tan pregonado derrame hacia otros sectores. Con esos argumentos los Municipios dejaron hacer y ahora nos encontramos con los efectos de todo esto”, explicó la especialista.
El impacto de las políticas neoliberales en la forma de organización del Estado también tuvo su impacto en la problemática de Luján. “Antes, los Municipios, adheridos a la descentralización con las Secretarias de Asuntos Municipales, podían ellos mismos emitir declaraciones de impacto ambiental en sus órbitas. Eso derivó en que Municipios con estructuras débiles y muy acotadas emitieran una declaración de impacto ambiental para emprendimiento que tienen una escala muy importante”, argumentó Patricia Pintos y agregó que” la Provincia en ese momento, un poco a partir del trabajo de algunas organizaciones y de nuestros trabajos de investigación, sacó la resolución 29 a partir de la cual todos aquellos emprendimientos que implican una modificación del humedal o áreas que tuvieran algún tipo de acumulación somera, superficial, permanente o semipermanente de agua y que implicara una transformación drástica de esa característica ambiental, tiene que tener una declaración de impacto ambiental emitida por la autoridad provincial”.
Mercedes, una mujer que vive en esa zona, a cuatro cuadras de la Basílica, explicó a Infojus Noticias que su casa todavía no estaba damnificada por la crecida, pero manifestó que esa vivienda tiene 100 años y está construida a 70 centímetros del piso, lo que "demuestra que las inundaciones son un problema histórico”.
Según un extenso informe de esas agencia, conocido este jueves al medio día, la vecina explicó igualmente que este tipo de problema “ocurre cada vez más seguido en los últimos años por muchos factores, entre ellos, las construcción de barrios privados en la zona de los humedales y los desagües clandestinos que hacen algunos campos”. Por su parte, el personal del Complejo Museográfico Enrique Udaondo tuvo que levantar ayer a la noche todas las piezas y los archivos y poner a resguardo todo su patrimonio histórico en los pisos superiores del edificio.
“Ayer a las 10 de la mañana en la zona del Monumento a Belgrano el agua alcanzó los 40 centímetros, en el museo del transporte oscilaba entre los 10 y 25 centímetros, en la casa de Pepa Galarza hasta 10 centímetros y en la zona del museo histórico conformada por el Cabildo y la ‘Casa del Virrey‘ solamente hay agua en la zona de los parques”, precisó el director de la institución, Andrés Mage.
Otra crónica de Infojus continúa: Amelia maneja el comedor comunitario "El triunfo" en el barrio lujanero de San Jorge. De 8 a 15 recibe las jarras de unas 70 familias que pasan a la hora de la merienda a retirarlas con leche y bizcochuelos. Mabel, una vecina, le da una mano: "Donde hay chicos estamos: ayudamos en la cooperadora, somos miembros de Caritas y hacemos todo lo que podemos en el comedor. Sabemos cómo organizamos porque lamentablemente estamos acostumbradas a las inundaciones. En el último año esto pasó cinco veces".
A cuatro cuadras hay otro comedor, "El ángel de la bicicleta", donde todos los días se entregan 500 raciones de viandas. "Acá el problema es el anegamiento del río, porque no lo limpian y el agua no se va. Además de la ayuda, queremos una planificación para dejar de vivir acá, porque la zona es baja y esto va a seguir pasando", dijo Marta, que hoy está preocupada porque los camiones que traen los víveres están complicados por los anegamientos.
Sergio Sequeira, subsecretario de políticas sociales de Luján, dijo ayer a Infojus Noticias que se esperaba que el río siga subiendo. "En Suipacha, que queda a unos 60 kilómetros de Luján, nace el río. Allá hay subida y esa corriente tarda 12 horas en llegar a los barrios lujaneros”, por eso que durante las siguientes horas se mantuvo el alerta de emergencia.
"Sabemos que las causas son varias: además del anegamiento por basura que hay en distintos barrios, tenemos la problemática con los canales clandestinos de los campos, que se suma a la cantidad de countries que cubren terreno de un lado y lo desbordan del otro. Toda esa agua no corre y se inundan otros lugares, por lo general los lugares más humildes", explicó Sequeira.
Ana tiene 30 años, su bebé en brazos y debate con su marido si dejar su casa para ir al centro de evacuados: "No queremos sacar las cosas porque ya hubo cinco inundaciones en un año y cuando volvés te encontrás que te faltan cosas. Uno ve que la gente está tapada de agua y se queda en la casa y parece algo ilógico, pero la razón es que nadie quiere perder lo que se ganó con el esfuerzo del trabajo".
Desde la municipalidad actúa la Prodecom, una comisión para la "protección de la comunidad"  formada en 2012, cuando se registró la inundación más grande que los vecinos recuerden. El oficial de bomberos Goenaga explicó a Infojus Noticias que "en cuanto se activa la alerta de inundación, desde la Prodecom se convoca al cuerpo de bomberos junto a los miembros del municipio. La cuestión es organizar para coordinar los trabajos, no pisarse, y llegar a mejores objetivos".
Para Goenaga, "el problema de que se desborde el cauce empieza en Chivilcoy, Suipacha, Mercedes, Franklin y toda la parte del Salado que desemboca en el Luján. Cuando llueve mucho y se unen todas esas desembocaduras siempre aparecen este tipo de desbordes".
El agua en Luján está creciendo rápido. “El nivel del río está en 5.39 por arriba de la cota cero. Hay 200 evacuados en los centros de asistencia y estimamos que hay 800 autoevacuados, lo que nos lleva al número de mil. Estamos articulando recursos tanto para la respuesta a la emergencia como para la asistencia. El municipio trabaja en conjunto con bomberos, policía y Cruz Roja. El municipio se encarga de la coordinación general, mientras que la parte operativa la llevan los bomberos, que están con los comandos móviles instalados en los barrios y el comando operativo en el cuartel para  recibir los llamados de ayuda de los vecinos. En los centros de evacuados coordina la gente Cruz Roja con Políticas Sociales del municipio”, dijo a Infojus Noticias este mediodía Javier Sosa, coordinador de la Prodecom (una comisión especial para la Protección de la Comunidad).
Hay seis barrios en Luján que son los más afectados. A un sector lo llaman “los santos” -San Fermín, San Jorge, Padre Varela y Santa Marta- Por otro lado está La Loma y El Quinto. La mayor parte de las calles de estos terrenos son de tierra, no hay líneas de colectivo que atraviesen la zona y mucha basura que los vecinos amontonan en las esquinas flota en el agua de la inundación. Los centros de evacuados habilitados hasta el momento son el Polideportivo, Sociedad de Fomento Padre Varela, Sociedad de Fomento El Ceibo y Olivera.
El acceso principal a la localidad ingresando por la ruta 7, bajada principal que desemboca en la avenida 9 de Julio y va a hacia la Basílica, estaba virtualmente bloqueado por el nivel de agua que superó el metro. En la zona periférica del centro de la ciudad los vecinos se encontraban en las veredas, intercambiando información de cuánto subiría el cauce ya que a las 5 de la mañana ellos observaron una crecida que les acercó el agua a las puertas de sus casas.
El polideportivo de Luján se transformó desde hoy a las diez de la mañana en el principal centro de evacuados de la ciudad. Ahí trabajan en conjunto el municipio, la Cruz Roja, profesores deportivos y maestros. La comida se prepara en este centro para asistir a los otros dos que están funcionando en el partido de Luján. Mientras en los barrios los bomberos ayudan con las mudanzas de los evacuados y controlan que los postes de luz no sean un peligro, la gente en los centros de evacuados se da ánimo entre sí por la angustia del desarraigo.
Laura Duplaá vive hace 17 años en barrio La Loma. “Siento que no hay una solución para esa zona, porque esto se repite cada tres o cuatro meses. Dijeron que dragarían el río y sacaron algunos árboles pero no se solucionó nada. Siempre venimos a parar acá, al polideportivo. Hace cuatro meses cuando me tocó venir habían menos familias. La peor inundación que recuerdo es la de 2012, que llegó a mi casa un metro y medio de agua. Esta vez no sé qué esperarme, porque algunos dicen que el río está creciendo como aquella vez. Me traje los electrodomésticos, pero la mayoría de la ropa y los muebles se quedaron allá. El perro vino conmigo porque no lo dejo. En mi cuadra todos tuvimos que ser evacuados”.
Carlos Jesús Amd tiene 70 años y usa bastón. Hace quince años que perdió la vista y recibe una pensión, habla lento y triste: “Vivo a 30 metros del río, por eso en las crecidas siempre soy de los primeros que tiene que salir. Cuando hoy me fui de mi casa había un metro de agua. Me ayudaron a salir mi hijo y los bomberos. Tuve que irme rápido y perdí todo. Se me cayó caja con ropa al agua. Camas, colchones, cocina, garrafa, todo quedó debajo de ese metro de agua. Hasta que no baje no podremos volver, sabemos que tenemos que esperar mínimo cuatro o cinco días. Ya viví diez inundaciones. En febrero, abril y mayo de este año también tuvimos que soportar el desborde. Todas las veces nos trajeron para acá, y da la sensación que no quieren limpiar el río. Cuando vuelva a mi casa ya sé que me voy a encontrar con el desastre y la mugre”.
El hijo de Carlos Jesús, que se llama igual que su padre, tiene 30 años y está en el polideportivo con su mujer y su hija de dos años y ocho meses: “Cuando escuché las lluvias de anoche me la veía venir, así que levanté algunas cosas del piso. Me costó dormir y a las 4 de la mañana me asomé y vi que el río empezó a subir. Cuando a las 7 me desperté puse un pie en el piso y me lo cubrió el agua. Hace dos meses nos quedamos sin televisión. Ahora por salir corriendo nos trajimos solo la heladera. Lo que siento importante: estamos todos vivos y no vamos a bajar los brazos”.
agencia InfoJus

miércoles, 27 de agosto de 2014

Lanata, el Picaro Gordito

Tendré que ser reiterativo. Lo he escuchado y he leído al pícaro gordito afirmar que quienes hacemos 678 somos ratas, mierda, chorros, mercenarios, forros, gusanos, cerdos, y también que nos cagaría a trompadas. Lo escuché llamarlo “Goebbels” a Diego Gvirtz, “Ramero” a Javier Romero, lo escuché diciendo que en la AFIP la plata se las gastan en putas y en merca. Lo escuché insultando a otra gente con nombre y apellido, lo escuché diciendo en general que en el gobierno son todos unos hijos de puta. Y cada vez que lo veo al pícaro gordito está con su logo identificatorio que es una mano haciendo fuck-you, un insulto. Para que quede claro, lo que él eligió como signo para que lo represente es sencillamente un insulto. Un gesto que en la televisión del país que inventó lo del dedito lo consideran lo suficientemente agresivo como para taparlo –pixelarlo- cuando alguien lo hace. El pícaro gordito no podría utilizar su logo en la teve norteamericana, o lo veríamos siempre borroso.

Ahora el pícaro gordito dice que se puso filosófico. No le alcanzó con sus verdades recontrachequeadas con las cuales denuncia al gobierno y a cualquiera que sea lo suficientemente corrupto como para apoyarlo (porque en su prédica este gobierno es un delito, por lo tanto quien lo apoya es su cómplice). Así es como después de denunciar funcionarios también ensucia a músicos, artistas, intelectuales y periodistas. El pícaro gordito en realidad no denuncia, sino que ejerce la persecución política. Pero bien, ahora dice que se puso filosófico y dice buscar –y tener- La Verdad. Y entonces se ha metido con la intimidad de Flor de la V que no casualmente es una persona que ha expresado su simpatía con el gobierno. El gordito es pícaro, de ninguna manera se hubiera molestado en “develar” ninguna cuestión ontológica sobre cualquiera que comparta su propia postura política. Porque todo lo que él hace está calculado y pensado para que sea un golpe más contra el gobierno. Este último truco –el de ser un pícaro filósofo- generó indignación en varias personas que salieron a defender a la persona atacada pícaramente por el pícaro pensador de Clarín. Una de ellas fue Darío Grandinetti quien recomendó algo así como “dejemos de darle entidad a este pelotudo”. Quizá un buen consejo, aunque uno nunca sabe qué hacer en esos casos. Pero el insultador serial, y más que eso: el tipo que adoptó un insulto como marca que lo identifica, dice que no le gusta que lo insulten y que entonces le va a hacer juicio a Grandinetti mientras lo acusa sordamente de corrupto “espero que la plata que juntó con el Gobierno le sirva para pagar abogados ahora". Es que el gordito es pícaro y no pierde oportunidad de perseguir a nadie. Él es el autor de la idea de que todos los que estamos a favor de lo que él está en contra somos delincuentes, y que en algún momento deberemos pagar por eso. El gordito es malo y persigue. Así mandó a insultar a los hijos de unos camaristas que lo habían hecho enojar. Propuso que los compañeros de escuela de esos pibes los insulten por ser hijos de sus padres y repitió sus apellidos para que las agresiones estuvieran bien dirigidas. Pero el gordito además de malo es huidizo porque después mintió y aseguró que no había mandado a acosar a los chicos. Aunque a él no le guste, hay que saber que el gordito instiga el acoso escolar a menores y después lo niega. Qué pícaro.

Otra de las personas que salió en defensa de la persona atacada fue Estela de Carlotto, a quien el gordito le aconseja no creerse moralmente superior a nadie, y a quien acusa (porque él no pierde oportunidad) de apoyar a Milani quien según el recontrachequeador hizo desaparecer a dos personas. Y esperemos que algún fiscal lo llame pronto para que aporte las pruebas del caso. No debemos olvidar que el señor fuck-you hace justo un año recontrachequó que el Banco Nacional de Datos Genéticos era la nueva víctima del gobierno K que lo iba a intervenir para vaya a saber qué iniquidades. Es que el gordi, además de recomendarle a Estela que no se crea San Martín (sic), dispara sobre todo lo que le huela a kirchnerismo. Y en este caso tiene razón: los esfuerzos por encontrar nuevos nietos secuestrados es pura “culpa” de los K.

Hasta acá, nada muy nuevo bajo el sol para los niños de Clarín. Lo que sí me parece digno de atención es el desafío que hace el pícaro gordito a las leyes, a las normas, a la legalidad vigente. El viejo prestidigitador y digitador, ahora va por su pase a la clandestinidad. Como los organismos oficiales que defienden la dignidad de las personas le exigieron que se retracte de su ofensivo ataque, el pícaro gordito resiste. Aquí algunas de las frases de este payador perseguido: “… lo que el Afsca me quiere obligar a hacer… a pedir disculpas, a hacer un curso contra la discriminación, o a dedicar espacio al tema”. Tres opciones que no parece tan graves para reparar un agravio horrible. Pero, el gordito es pícaro y recontrachequea su recontraconvicción y dice “ustedes no me van a ver diciendo que Flor de la V es mujer, no va a pasar, ¿por qué? Porque no lo es. Es un travesti.” (sic) He aquí una parte de su planteo, que la libertad de expresar la convicción del pícaro está por encima de la ley que protege la integridad de una persona. Y sigue en el centro de su universo diciendo “Si quieren que dedique espacio al tema, lo voy a hacer. (…) Pero sabén que, voy a hacer más evidente la censura. (…) Quieren estar 4 horas en radio Mitre? (…) ¿Quieren este mes entero en radio Mitre?, vengan.” Sí, vengan y conviértanme en vuestra víctima, pide el pícaro gordito. “Hagan clases públicas de kirchnerismo, lo que quieran.” (sic) Sí, haganmé cosas feas! No hay que ser sagaz para ver que todo esto no es más que otra trampa que el pícaro le tiende al gobierno. El monstruoso kirchnerismo lo quiere doblegar, pero el gordito es indomable y no hay ley ni derechos humanos que tuerzan su voluntad libertaria. “Quiero que la gente sepa que me están obligando a eso.” (sic) No lo obliguen a respetar leyes, ni normas, ni derechos de otras personas. ¡Liberen a Jorge! “Así van a quedar más en evidencia ustedes y su autoritarismo. Hagan un decreto y prohíbanme. Flor de la V es un travesti, señores.” (sic) Aúlla el pícaro gordito como un Emile Zola que después del Yo Acuso denuncia con valentía “¡Es un travesti!” (sic) Qué coraje admirable el del pícaro. “Y todo el aparato represivo del Estado no va a hacer que yo diga lo contrario.” (sí, sic) Confirmado: es Emile Zolá denunciando, y es Nelson Mandela luchando contra el apartheid de los que no quieren respetar ninguna ley. Ay, pícaro gordito, qué pícaro eres. Qué valentía y cuánta integridad personal se necesita para señalar quién es un travesti y quién no lo es. Siendo él tan pequeño y desvalido, desde la proa del buque insignia de la pobre corporación que representa a todo el poder corporativo, y a pesar de esa insignificancia ser tan gigante en su entrega para enfrentar él solito y desvalido frente a todo el maligno aparato represor de este Estado que lo censura. Ofrecer su libertad, su alma y su cuerpo para ser censurado, prohibido, acallado. “¡Encarcelád al pícaro gordito!” gritan las hordas kirchneristas blandiendo sus antorchas y sus choripanes. Y en la noche se escucha el salvaje bramido camporista “¡A las mazmorras con el valiente gordito irreductible!”, mientras él no abandona su entereza y con heroísmo los enfrenta con el dedo mayor erguido repitiendo su grito de guerra “¡Es un travesti, bárbaros!”

Pero hay algo en esta historia que no es tan ridículo. Y es el hecho de que así como Clarín puso a funcionar todos los brazos del pulpo para evitar cumplir con la ley, hoy su principal vocero cumple con ese mismo papel –el de víctima de la legalidad del Estado- aunque en este caso sea bajo el disfraz del héroe solitario contra “el sistema opresor”. Y es evidente que aplicarle la ley al pícaro gordito sería convertirlo en una víctima, ya no del aparato represivo del Estado –como él lo llama en un grito desgarrado- sino sencillamente del gobierno. Por eso, como el payaso no puede ser tomado en serio por sus payasadas, es que el pícaro gordito debe seguir siendo libre para hacer todos los días las morisquetas que más diviertan a su público. Los que tenemos que aprender somos nosotros, porque quizá Grandinetti tenga razón.

Por Carlos Barragan

domingo, 18 de mayo de 2014

DEDICATORIA


Si, llego este maravilloso día , este gran momento, RIVER VOLVIO A SER RIVER, MI RIVER… “EL MAS GRANDE”, y quiero dedicar este título, si dedicarlo, porque sin ser futbolista, o estar entre los once, me siento participe de este nuevo campeonato, por llevar esa banda roja que me cruza el alma, por sufrir, alentar y festejar cada partido de mi querido River, aunque mas no sea, desde mi sillón, y la dedicatoria comienza para vos querido Lalo que te fuiste un rato antes que volvamos a primera, volvimos y somos Campeones de nuevo… También para vos, mi querido Tío Carlos, que inyectaste en mis venas esta pasión gallina junto al VIEJO, y que gestaste ese místico amuleto para mí, las tres banderas de los hermanos Segura, que la vida quiso que se redistribuyeran, la tuya la tengo YO... la de Papa sigue en sus manos y la del tío Luli, salió de la familia, pero está en manos de mi Primo Gustavo, otro gallina de Ley… Te diste cuenta Querido tío, si te arrimaste un poquito para ver, que estuve con la bandera todo el partido…
Nombre a Mi primo… que primo?, Mi Hermano!! que la vida hizo que vivamos un poco lejos , Aunque nos acerquemos todos los domingos después de cada partido y nos mandemos mensajes de alegría o calentura.. Este campeonato 35, es para vos también… como lo es para mi Querido VIEJO, responsable directo de este amor por River, salud PAPA!!! Levantemos juntos esta copa, ya levantaremos otras, pero de Vino, en estos días, como festejo más íntimo… me hubiese gustado verlo con vos, pero los dos sabemos que juntos nos ponemos más nerviosos…
A los amigos del barrio y a los compañeros de la secundaria, con los que compartimos muchas tardes en el monumental, sufriendo y festejando, fueron en las épocas de gloria del millo , cuando supimos ser el Campeon del Siglo…
A Mi señora, que me aguanta todos los domingos y me banca que dedique dos horas a mi pasión, no mira los partidos, pero que siempre esta con la oreja puesta en lo que esta pasando, siempre atenta, por nosotros…
Y por último la dedicatoria a mis hijas, las que me acompañan todos los domingos, desde muy chiquitas, en cada partido de River, sentadas en fila frente al televisor, donde corresponde por cábala… esa imagen, la de todos los domingos, juntos, viendo al Mas Grande es la que siempre llevare en el corazón… para ustedes, Gracias…
Quizás parece mucho, quizás alguien no lo entienda, pero esto hace el futbol, esto es ser fana de una camiseta… los dejo… nos vamos a festejar…
Salud RIVER , FELICES 35 PRIMEROS CAMPEONATOS LOCALES!!!!

sábado, 3 de mayo de 2014

Empresas del Estado

Por Alfredo Zaiat
La promoción de la restauración conservadora cuestiona de una u otra forma la intervención del Estado en la economía. La prédica es constante sobre el agobio impositivo, la restricción de la libertad de mercado que desalienta a empresarios, el despilfarro de recursos en el gasto social o la inconveniencia de manejar empresas que deberían estar en manos del sector privado. En cada uno de los debates económicos en el espacio público subyace el rol adjudicado al Estado en el funcionamiento de la economía. Una visión esquemática dice que el Estado es ineficiente y que el capital y la iniciativa privada son más eficaces para garantizar el desarrollo, y viceversa. Existen casos que avalan una u otra posición, lo que altera el espíritu de quienes no admiten matices. En ese escenario de tensión de construcción del sentido común, por grado de penetración e influencia, la corriente antiestatista tiene mayor participación, sólo compensada por la memoria histórica de la devastación de la experiencia neoliberal y por el actual despliegue de una gestión pública ofreciendo buenos resultados en términos de bienestar social. Aunque les produzca urticaria a los sectores conservadores, la recuperación estatal de empresas manejadas por privados no sólo ha significado una mejora en la ecuación económica, sino también en la social y en la ampliación de servicios públicos esenciales para la población.
Las estatizaciones en estos años fueron forzadas ante la emergencia del fracaso privado más que por la vocación política de avanzar con el Estado en áreas estratégicas. Fueron la última respuesta antes que el deterioro en sectores clave de la economía, manejados por privados, terminara afectando objetivos económicos del proyecto político del kirchnerismo. La revisión de las operaciones más importantes expone ese comportamiento defensivo, que luego se convirtió en uno los principales activos del Gobierno. El Correo Argentino fue la primera estatización concretada el 19 de noviembre de 2003 por el incumplimiento del Grupo Macri del pago del canon y ante la amenaza de despedir a 3000 trabajadores. Aguas Argentinas del grupo francés Suez no invertía en la expansión del servicio reclamando aumento de tarifas, que derivó en la pérdida de la concesión del área metropolitana por el riesgo de que distribuya agua contaminada en el sur del conurbano. El Estado asumió el control de Aerolíneas Argentinas luego de prolongadas negociaciones y promesas incumplidas y porque los españoles del grupo Marsans estaban vaciando la compañía. El sistema previsional manejado por bancos y compañías de seguros a través de las AFJP fue estatizado para recomponer un régimen de reparto, porque la administración privada no garantizaba el pago ni de una jubilación mínima luego de 14 años y medio de gestión de los aportes jubilatorios de los trabajadores. La petrolera nacional YPF pasó a control estatal también después de promesas incumplidas de inversiones de los españoles de Repsol y de un fallido intento de argentinización de la compañía con el grupo local Eskenazi, período de administración privada con la consecuencia de la pérdida del autoabastecimiento energético.
Con el esfuerzo de aislamiento sonoro del cacareo permanente en la tribuna mediática, es interesante saber cómo ha sido la gestión estatal en esos sectores antes manejados por privados. El resultado ha sido el siguiente:
n Correo Argentino. El Grupo Macri hizo descender la participación del correo argentino en el mercado (postal, telegráfico, monetario y mensajerías) del 48,4 al 33,5 por ciento de 1997 a 2003; mientras que la gestión estatal la subió desde ese nivel al 41,6 por ciento en 2012, con una facturación de 3043 millones de pesos. La firma tuvo una rápida recuperación, aumentó sus ventas en un 15 por ciento a los dos años de rescindido el contrato, garantizó la provisión del servicio postal básico universal, incrementó la productividad de la mano de obra y obtuvo resultados operativos positivos en todos sus balances (el primero bajo control estatal arrojó una ganancia bruta de 99 millones de pesos), sin recibir aportes del Tesoro Nacional. Tiene una red integrada por más de 5000 puestos de servicios ubicados en todo el país (agencias y sucursales propias, estafetas y unidades administrativas concesionadas a terceros), y emplea a casi 13 mil trabajadores. Un informe de la Secretaría de Comunicaciones afirma que la estatización del correo posibilitó “la continuidad y regularidad de los servicios postales, monetarios y telegráficos con altos parámetros de calidad y eficiencia, la preservación del patrimonio estatal, el mantenimiento de los puestos laborales y una muestra más de la capacidad de realizar gestiones públicas eficientes y beneficiosas para el conjunto de nuestra sociedad”.
n AySA. Agua y Saneamientos Argentinos nace de Aguas Argentinas del grupo Suez, que recibió la concesión del servicio de Obras Sanitarias. En trece años de gestión privada la ampliación de la red del servicio de agua potable alcanzó a 460 mil personas y de cloacas, a 210 mil. Cuando el Estado se hizo cargo de la empresa había tres millones de habitantes sin agua potable en el área, y desde entonces se incorporaron 2.337.287 habitantes al servicio, previendo que a fines de 2015 la cobertura será del ciento por ciento. En 2006, unos 4,5 millones de habitantes del área metropolitana estaban sin cloacas, y hoy se extendió a 1.838.624 habitantes, y en el 2019 se prevé alcanzar la cobertura total. Para obtener estos resultados el Estado invirtió 15.715 millones de pesos desde 2006.
n Aerolíneas Argentinas. La crítica a la gestión de esta compañía es la patrulla de vanguardia de analistas conservadores para cuestionar la intervención del Estado en la economía. El caballito de batalla es el déficit operativo. Esa evaluación recorta que AA fue vaciada durante la gestión del grupo Marsans, cuyo dueño Gerardo Díaz Ferrán está siendo procesado y con pena de cárcel en tribunales españoles. Además no considera la función social de conectividad que cumple AA en un país con una geografía tan extensa. Hoy cubre la totalidad de las provincias con vuelos regulares (la última fue Entre Ríos con destino a Paraná), además de integrar una red de vuelos interprovinciales que conectan distintas capitales del interior sin pasar por Buenos Aires con los denominados Corredor Federal, Norte y Sur y Corredor Petrolero. Cuando en diciembre de 2008 el Estado argentino recuperó la compañía, el patrimonio neto de Aerolíneas y Austral era negativo de 3862 millones de pesos. Desde entonces el Estado ha invertido unos 1500 millones de dólares que se reflejó en la renovación, ampliación y modernización de las flotas: en julio de 2008 su valor era de 342 millones de dólares y en 2013 de 1335 millones de dólares, con un incremento de 26 aviones operativos en 2008 a 65 en 2013. Desde que el Estado se hizo cargo de la gestión de Aerolíneas Argentinas y Austral, la compañía incrementó su cantidad de vuelos en un 83 por ciento, pasando de 24.632 a 45.049 el año pasado. Aumentó también en un 55 por ciento la cantidad de pasajeros transportados alcanzando el record de 8,4 millones en el año.
n YPF. Los resultados de la administración estatal de la petrolera son positivos lo que inhibe a los militantes antiestatistas. El año pasado aumentó la producción de petróleo y gas en 3,4 y 2,2 por ciento, respectivamente, respecto a 2012. En gas, desde 2004 que YPF no anotaba un incremento anual. Hoy la compañía dispone de 65 equipos de perforación de nuevos pozos y 92 de workover (reparación de pozos) contra los 25 y 49 que tenía antes de la estatización. En 2013, las utilidades netas consolidadas de YPF fueron de 5681 millones de pesos, 45,6 por ciento más que las del año anterior. Las inversiones sumaron 29.848 millones de pesos, un alza de 81,1 por ciento respecto a las efectuadas el año anterior. La estatización de YPF incorporó al patrimonio social el yacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta, área de una potencialidad elevada según diferentes informes de especialistas locales e internacionales.
n AFJP. Un solo dato es lo suficientemente contundente en la comparación entre la gestión pública y la privada, además de la recuperación de un sistema previsional de reparto y solidario: el fondo de inversión con el aporte jubilatorio de los trabajadores manejado por bancos y compañías de seguro ascendía a 98.083 millones de pesos en diciembre de 2008, año que pasó a manos del Estado. Hoy ese dinero acumulado en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la seguridad social manejado por la Anses se ubica en 383.883 millones de pesos.
Los inspiradores de la restauración conservadora tendrán que hacer un esfuerzo considerable para postular como verdad absoluta la superioridad de la gestión privada sobre la estatal. Estas experiencias en curso sirven para mostrar que además de buenos resultados económicos se pueden alcanzar objetivos de beneficio social con administración del Estado en empresas de sectores estratégicos de la economía.
Publicado por pagina/12  el 03/05/2014

lunes, 7 de abril de 2014

Linchar a la razón

Por Eduardo Aliverti
Quien firma, por razones de convicción profunda que para el caso incluyen la necesidad de preservar el estómago y cuidarse de arrebatos expresivos, no quiere atravesar ciertos límites. Más aún: desearía jugarse directamente a ignorar el asunto, a costa de parecer un marciano periodístico. Pero no le da para tanto. Sí para aquello de pararse opinativamente antes de ese límite que no se quiere trasponer. Y en el mejor de los casos, intentar cierto razonamiento, y “conclusión”, que observe desde otra perspectiva lo que es el oligopolio temático de estos días.
Lo antedicho no supone un juicio negativo sobre lo que viene diciéndose, desde la estabilidad mental, la sensatez básica, la categoría profesional, en torno de los linchamientos a delincuentes reales o presuntos. Al contrario. Todo lo contrario. Quienes prefieren ver y escuchar en vez de mirar y oír pudieron encontrarse con análisis de excelencia, surgidos en campos diferentes. El sociológico, el estadístico, el del derecho penal y por cierto que el de la prensa. Entre ellos, la nota de Mario Wainfeld en este diario del jueves, que es encabezada con el numeroso grupo de “vecinos” que asesinó a David Moreira, en Rosario. Un crimen cometido con indefensión de la víctima (alevosía) y afán de agravar el sufrimiento (ensañamiento). Homicidio calificado, para el Código. Y enseguida, el “grupo de remiseros (que) se confunde y decide que un par de jóvenes morochos que van en una moto son chorros. Los persiguen, gritan enardecidos. Las víctimas creen que quieren afanarles. La confusión sería cómica, digna de una película costumbrista italiana de las buenas... de no terminar en una golpiza salvaje a un muchacho indefenso, responsable sólo de portación de aspecto”. Más la mención al modo en que Clarín “hace escuela de nuevo, sin dilemas ni traumas”, al cerrar el círculo de su tapa del miércoles con la analogía de que “La crisis causó dos nuevas muertes”: su título cuando el asesinato de Kosteki y Santillán. Ahora el diario tituló que “Hubo otros cinco casos de palizas de vecinos a ladrones”. “Joya y bingo. Son ‘palizas’, correctivos familiares, aunque alguno deje un muerto tirado en la calle.” Wainfeld recuerda lo sencillo que lo había hecho Cesare Lombroso en la prehistoria del derecho penal, con su obra L’uomo delinquente y el imaginario de que hay seres prefigurados para el crimen, con marcas genéticas, habiéndose supuesto que teorías como ésas estaban superadas por la modernidad... siendo que parecemos estar volviendo a las fuentes. Y también el registro de las “personas que delinquen a diario sin que se los encuadre como causantes de la inseguridad. Pensemos en quienes cometen violencia de género o intrafamiliar. O en los abusadores sexuales. Ejercen su poder o explotan su posición de modo perverso. Dañan mucho, pueden tener una fachada respetable: ‘la gente’ no tiene motivos para abrazar con fuerza la cartera cuando los ve por la calle. Otro tanto podría decirse de los evasores, de los explotadores que no pagan cargas sociales. Son personas de bien, no desentonan si se acodan en un bar VIP”.
Hay un trabajo, “Acciones colectivas de violencia punitiva en la Argentina reciente”, publicado en 2011 en la revista Bajo el Volcán, editada en México por la Universidad Autónoma de Puebla. Sus autores son Leandro González, Juan Iván Ladeuix y Gabriela Ferreyra. Pertenece a la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal. El documento ofrece una serie de apuntes sobre el “fenómeno de las pequeñas (y a veces no tanto) manifestaciones que familiares y vecinos de víctimas de diversos delitos intentarían realizar mediante una variedad de acciones, ‘justicia por mano propia’, en Argentina, entre 1997 y 2008”. Los autores aclaran que las observaciones son preliminares, y necesariamente fundadas en una búsqueda hemerográfica que incluyó periódicos de circulación nacional, provincial y local, a falta de estadísticas oficiales que registren este tipo de fenómenos. En tren de resumir, las acciones de violencia colectiva, verbigracia linchamiento o justicia por mano propia, se dan en todas las provincias argentinas. Pero el 60 por ciento se concentra en territorio bonaerense. ¿Cuánto es eso? 58 casos, en once años, con una mayoría que se verifica en el conurbano, La Plata y Mar del Plata. A su vez, más de la mitad de los delitos que precipitan sed de venganza o de interpelación a los poderes institucionales, como se quisiere, son homicidios. Luego continúa la violación, y en tercer lugar la violación seguida de homicidio. Hay apenas tres hechos de reacción de muchedumbre familiar o vecinal por “agresión con arma de fuego”, y sólo nueve por “robos y disturbios reiterados”. Como quedó dicho, el trabajo abarcó un arco entre 1997 y 2008, pero, así se le sumara, en crecimiento exponencial, la cantidad de casos que en los últimos días parecen acercarnos a una renovada y comprensible vigencia de la ley de la selva, cualquiera advertirá que se trata de unos amuchamientos socialmente irrepresentativos, por completo, en términos de acciones colectivas de revanchismo. Quizá fuera diferente si hablamos de intencionalidad piripipí en franjas de clase media asustadas. Sin ir más lejos, el odio irracional que abunda hasta el asco en las redes sociales hablaría una sociedad grandemente dispuesta a los pogromos. Es eso lo que los medios trasladan en estas jornadas de frenesí victimario: la predisposición masiva, de una ciudadanía agotada, para mutar al salvajismo ante el primer ratero que se cruce. No es así. No hay absolutamente ninguna realidad, ni estadística, ni presunción que lo demuestren. Lo ha dicho con todas las letras Roberto Carlés, quien coordinó la comisión elaboradora de la reforma al Código Penal que nadie leyó entre quienes la cuestionan: “Son hechos concretos de violencia tumultuaria, mucho menos frecuentes que los hechos de violencia institucional, y de tortura, que ocurren a diario en las calles, en las comisarías y en las cárceles” (“Una confusión de ideas”, Página/12, viernes pasado).
Es el show. Entonces o como siempre. Es un espectáculo que, desde ya, tiene su línea de acción conceptual. ¿O acaso no se repara en que venimos del invento de Sergio Massa, esparcido impunemente por sus medios adictos, elogiado como muestra de “iniciativa política”, acerca de que el borrador de nuevo Código Penal es una garantía de delincuentes a sus anchas? ¿Justamente después de eso irrumpe como por arte de magia que “la gente” se cansó, para transformarse en hordas de sanguinarios a los que debe comprenderse? ¿Es tan difícil advertir el elefante que está en el living informativo? Volviendo unas líneas: no es que no hay, ni muchísimo menos, argumentaciones sólidas a las que recurrir para desmontar el andamiaje de la marcha sistémica; la brutalidad enano-fascista; esas caras y esas voces por un lado tan compungidas, y por otro tan dispuestas al festín que se ofrece, de quienes dicen saber cómo se resuelven las cosas de “la inseguridad” en un santiamén. No es que no tienta valerse de lo fácil con que surten la réplica algunos personajes públicos, capaces de satisfacerse porque por suerte sus hijos no están acá, entre nosotros, sino afuera y a buen resguardo. No es que no pueda creerse que hablen de la necesidad de un Estado fuerte los liberales privatizadores. No es que no deba percatarse que la emergencia de seguridad en la provincia de Buenos Aires convoca a miles de policías retirados, bien que entre otras medidas: ¿retirados por qué? ¿Provenientes de dónde? Es uno, nada más, que siente y piensa que no tiene ganas ni tripas para cruzar el límite de discutir sobre comprender linchamientos.
Y a uno se le ocurre, también, que al fin y al cabo hay una demostración inexpugnable. Una evidencia cuya fortaleza es superior a la de todo repaso, relevamiento, argumentación sociológica o jurídica. Mañana, pasado, en la semana, pero siempre muy pronto, de manera inminente, ahora mismo si es que está brotando o provocándose otro objeto a exprimir, los linchamientos van a desaparecer de la escena mediática. Son episodios que no tienen con qué sostenerse en la función comunicacional, televisada, al consistir precisamente en eso: en ser episodios, tan repugnantes y graves como para no olvidar que hay masacrados de por medio, pero socialmente irrelevantes, si es por su cuantía. Los linchamientos se extinguirán, literal y mediáticamente, o en verdad en orden inverso, porque es la clonación de eventos falsamente asimilables a lo que determina el rango mediático. Decir que “la inseguridad” es una sensación, o que se debe exclusivamente al accionar de los medios, es tan una tontería como desconocer el rol clave que juega lo mediático en la amplificación irresponsable de los sucesos. La “moda de linchar” quedará sumergida por nuevas tandas de montañas fugaces. Cualesquiera. Podrá ser una peripecia que involucre a algún famoso. Alguna denuncia de corrupción que para variar sólo afectará al Gobierno. No es muy larga la lista. Lo largo es la necesidad de producir escándalo y morbo, incluso sin importar, ante hechos como los pasajeramente difundidos, que puedan estimularse actitudes repetitivas por parte de energúmenos que nunca faltan. La pregunta que sí debería subsistir es cuán seria es la solidez de impactos y argumentos que desaparecen de la noche a la mañana, cuando otros bombazos los reemplazan como si tal cosa.
Ya, al toque, cuando esto suceda de modo inevitable, cuando ya no hablemos de interpretar linchamientos, no por la vergüenza ajena que debiera dar sino porque la prensa abandonó el tema y “la gente” dejó de hablar de eso, quedará al descubierto lo que jamás deja de estar a la vista. Que ciertos medios, que no son todos los medios, no tienen escrúpulo alguno para manifestar su ignorancia. O su interés de clase, mejor. Y que cierta gente, que no es toda la gente, tampoco.

Publicado en pagina 12  - lunes 07 de abril del 2014

domingo, 6 de abril de 2014

Paulo Freire para espías

Por Horacio Verbitsky
Durante la dictadura, para ingresar al cuerpo de informaciones de la Policía Federal había que rendir diversas pruebas, una de ellas sobre matemáticas y geometría. Mientras hacían los cálculos, los futuros agentes destinados a infiltrarse en distintas organizaciones reforzaban su preparación ideológica, por medio de palabras generadoras que sintonizaban con el universo verbal de la profesión elegida, por su carga de sentido existencial y contenido emocional. En esta verdadera pedagogía del opresor, los informantes policiales en vez de contar peras, manzanas u ovejas, realizaban sus ejercicios con comunistas, peronistas, radicales y personas “de ideologías no definidas”.

Publicado en pagina 12 06/04/2014
Esta Noticia  me hace acordar a un escena Capusotteana...




lunes, 24 de marzo de 2014

Paro maestro


 Por Eduardo Aliverti

El enorme conflicto docente en la provincia de Buenos Aires –que no cambia en absoluto por la orden judicial de levantar el paro– ejerce un influjo y proyección que exceden a ese territorio. Merece estimarse cual viga estructural. Renueva la necesidad de debate, y decisiones profundas, sobre las preferencias y posibilidades de un modelo nacional que se presenta como la más alta chance de repartir mejor la riqueza. De apostar –o no– a vías de desarrollo asentadas en algunos ejes innegociables.
El problema en “la provincia” está bien por encima de casi todos los que fueron resaltados en la agenda publicada. Puede salvarse la marcha de la inflación, porque atañe a cómo le va al Gobierno con los formadores de precios. Pero del resto, ni Cristina con el Papa; ni Macri fotografiándose en Wall Street; ni Moyano y Barrionuevo lanzando un paro nacional al que ni siquiera se animaron a ponerle fecha; ni los dimes y diretes del acuerdo con Irán por la causa AMIA; ni la reunión de los gobernadores peronistas; ni los casos de los jueces Bonadio y Oyarbide; ni (ay) las batallas de egos por las asistencias y ausencias al Salón del Libro de París, llegan al canto de la uña de lo implicado por el mayor distrito del país sin haber empezado las clases en las escuelas públicas. Mucho antes que tratarse de proporciones geográficas, peso económico, especulaciones electorales, la huelga estatal de maestros y profesores bonaerenses lleva –debería llevar– a que nos sinceremos de qué se discute cuando lo hacemos sobre educación; o, más largo, a qué es lo que verdaderamente les importa a quiénes. Una primera observación es que, excepto San Luis, Santa Cruz, Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, todas las jurisdicciones están con paros y conflictos docentes. Los impactos son diversos, pero no sólo por la incidencia de los gremios involucrados sino, y sobre todo, por la trascendencia mediática. En Chubut, las clases tampoco empezaron. ¿Los niños y adolescentes de la educación estatal de Chubut son menos importantes que los de la provincia de Buenos Aires? La dimensión numérica condiciona la repercusión mediática. Que cada quien se reconozca. Si no fuera por la provincia de Buenos Aires (alrededor de cuatro millones de estudiantes primarios y secundarios, que están arriba del 40 por ciento del alumnado de todo el país), ¿cuántos irritados de las redes sociales, de los provocadores telefónicos en las radios, de las figuras periodísticas, se indignarían por los pibes tomados de “rehenes” en las huelgas docentes? ¿Cuántos de ellos se preguntarían acerca de la problemática educativa en general, si no fuese por los inconvenientes suscitados a la gente bonaerense que les queda cerca? Pero así funciona; aquí y en todas partes, hoy y siempre. El centro irradia hacia la periferia. Nunca al revés.
Un segundo desafío, que interpela constantemente, es dejar de lado el cualunquismo analítico. Tanto como no resiste juzgar “la inseguridad” con el reclamo de que maten a todos o de que endurezcan las leyes, no es sensato, ni antes, ni ahora, ni jamás, insistir con argumentos facilistas frente a asuntos como la educación, que le rompen la cabeza al más pintado. La nómina de tonterías generales sale de corrido: los docentes tienen tres meses de vacaciones; se pasan de licencia en licencia y de suplencia en suplencia; escriben con horrores de ortografía y encima quieren aumento; no se capacitan, y a lo sumo asisten a cursos de perfeccionamiento que son transas de los sindicatos para sumar puntos burocráticos al CV; su ruta. Debiera ser curioso que quienes reducen la labor docente a esos exabruptos –sin duda existentes, y agraviantes– no trasladen la misma condena a ciertas gentes a quienes votan, para cargos ejecutivos y parlamentarios desde los que son incapaces de construir una oración con sujeto, verbo y predicado; o algún texto, oral o escrito, que supere el rango de composición tema “La vaca”. No citemos nombres propios. No hace falta, se supone.
En tercer lugar, sobresale esa recurrencia a hablar de los pibes como rehenes de la ¿extorsión? de los gremios docentes. Es una sobresaliencia que no se percibió con el mismo vigor cuando, en diciembre pasado, las policías provinciales dejaron a sus distritos en situación de tierra de nadie. Resultó, entonces, que se habló de los salarios flacos de las fuerzas de seguridad, con un ahínco que no se nota a propósito de lo que cobran los docentes. ¿Será que “la seguridad” es ubicada un escalón, o varios, arriba de la educación? ¿Que no se encuentra relación entre una cosa y la otra? También se dice que lo prolongado del conflicto docente beneficia a Scioli porque, del mismo modo en que hubo de encontrársele una salida urgente a la presión policíaca, no hay huelga de maestros que aguante por tiempo indeterminado. La diferencia es que sin policía no hay sostén más de unas horas, y sin clases se sostiene bastante más. No mucho. Es incontrastable que una huelga docente por tiempo indeterminado está condenada al fracaso, como método de lucha. Desde allí se colige que, incluso, el emperramiento de los gremios bonaerenses beneficia al gobernador, porque lo victimiza. Pero al cabo de conjeturas como ésas, que se potencian al haberse desatado quién sucede a Cristina en la ancha avenida peronista, ¿es ésta la manera de discutir educación pública? Y visto desde la percepción popular, desde la mesa cotidiana, desde una introspección que no ponga las responsabilidades invariable y exclusivamente en las dirigencias, que se centre además en las de los actores sociales que somos, ¿estamos discutiendo educación o estamos viendo a la escuela como el depósito donde recluir a los pibes para que la otredad se haga cargo sin que importe cómo? Hablamos de educación pública, claro. Estatal. El debate sobre la privada circula por otro carril, en el que también sería positivo discernir cuánto importa qué y cómo se enseña aunque, por lo pronto, ahí no hay paros docentes. Igualmente, alrededor del 70 por ciento del alumnado argentino concurre a escuelas de gestión estatal. El peso mayor de la discusión, entonces, pasa por allí.
Hay una distorsión que complica cualquier análisis. Gracias al menemato, en rango primordial, la Nación, el gobierno central, tiene en lo educativo –y en el área de Salud– una función que en el mejor de los casos es orientativa. Lo demás consiste en un federalismo que es tan cerrado en su aplicación como enroscado en su practicidad. Si de por sí es dificultoso saber a ciencia cierta cuánto gana como promedio un docente, considerado el país como marco general y siendo que intervienen factores propios de cada distrito que, a la par, son disímiles entre sí, más complejo todavía es descifrar el galimatías de componentes salariales. Pero al fin y al cabo, entrándole del derecho o del revés, se concluirá en que maestros y profesores no son precisamente el sector mejor pago de la administración pública. Y eso conduce, leyes vigentes aparte, a la discusión de si lo educativo es o no una prioridad auténtica del gobierno nacional; y a si se toma o no al aspecto salarial como una cuestión determinante. Situar al carro donde se debe sería que se les paga a los docentes en orden primordial, en monto, tiempo y forma, con el Estado capacitándolos como corresponde en vez de tercerizar la capacitación; en vez de llamar a la paritaria nacional siempre tarde, tardísimo; en vez de ampararse en que los chiquicientosmil gremios y facciones de los educadores chantajean al Gobierno, más el argumento de que las bases, en las asambleas, vienen siendo trosqueadas por los grupos sólo interesados en pudrir a como sea. Es este mismo gobierno el que priorizó la inversión en ciencia y tecnología, repatriando más de mil científicos, varios o muchos de élite, brindando signos de que es por ahí donde están presente y futuro. Falta una decisión similar en el plano de los maestros de grado, de los profesores efectivos; una orientación general, un llamado a dejarse de joder que tenga contraparte salarial irrefutable. A quiénes se les extrae renta para concretar eso es, también, otra discusión. O una más. O la clave. En el caso bonaerense en particular, la gobernación debe hacerse cargo, por ejemplo y nada menos, de que en 2012 los patrones de estancia le torcieron el brazo cuando se intentó un revalúo inmobiliario rural. Como lo señala Héctor Valle, uno de los mentores del Plan Fénix, no hay otras opciones que estas dos: se toma deuda –cosa que el gobierno provincial ya hizo, y en dólares– o se avanza muy firmemente en la progresividad del sistema tributario. Pero no debería estar en duda la prioridad de lo educativo. Según los números integrales, eso está satisfecho. Jamás fue más alto el presupuesto en Educación; jamás se dio mejor cumplimiento a los parámetros internacionales requeridos; jamás, en términos de la macroeconomía, se les otorgó a los docentes mejor salario. Pero pasa que esos números, por más que el Gobierno demuestre la curva ascendente del 300 y pico por ciento, desde 2003, en el salario nominal de los docentes, no se condicen con para cuánto les alcanza en el bolsillo de acuerdo con responsabilidades, y trabajo concreto, que son mayores a los de otros empleados públicos. Ampliamente mayores. Profesionales y trabajadores de la Salud, junto con las fuerzas de control del “orden público”, son los únicos que pueden equipararse a la carga social que tienen los docentes. Un maestro es prioridad, y sanseacabó. Con la policía se arregló casi de inmediato, vale insistir, sin que importara el costo fiscal.
Y finalmente, pasa que hay un ruido cuya administración política e ideológica es ¿muy difícil? de procesar. Los docentes ganarán poco, o insuficiente, y está bien que reclamen aunque pueda o deba ponerse en duda el graderío con que lo hacen. El pequeño detalle es a quién irán a reclamarle, con cuáles probabilidades de satisfacción, si se termina este experimento que tiene tanto de desprolijo como de progre. La pregunta no vale sólo para los docentes de la provincia de Buenos Aires, por supuesto.
Pagina 12 - 24 de marzo del 2014

lunes, 10 de marzo de 2014

Volvieron los ornitorrincos

 Por Eduardo Aliverti
Cuando hay enfrentamiento político fuerte, como el que vive Argentina hace ya tiempo y siendo que esa tirantez se expresa sobre todo en los medios de comunicación, lo que desciende de un lado nunca tiene que ser una baja completa: debe mantenerse la ofensiva de alguna manera.
En estos últimos días hubo dos temas centrales. Primero es el conflicto, serio, en la paritaria docente nacional. La oferta gubernamental y las aspiraciones salariales de los sindicatos están lejos. Y se le suma que no sólo hay en danza el porcentaje de aumento, sino su carácter constitutivo. Presentismo sí o no como recompensa; forma de estimarlo con justeza, en un esquema de dispersión salarial balcanizado gracias al inolvidable menemato que dejó a la Nación sin escuelas ni hospitales; especulaciones electorales de los distritos, según sea que estén en manos oficialistas u opositoras. Una mirada pretenciosamente objetiva diría que hay “durezas”, altamente polémicas, de ambas partes. El Gobierno arrancó con una propuesta insostenible en cuanto al monto ofrecido, después lo subió, aunque en unas cómodas cuotas que terminarían en junio del año que viene (lo cual tampoco es muy serio que digamos). Y los sindicatos remiten la paritaria al único criterio del sueldo, derivando hacia otras instancias de discusión ítem que enojan a la sociedad con el gremio docente. Entre ellos y a la cabeza, los abusos en licencias y ausencias que –por favor– están muy lejos de ser una característica exclusiva de maestros y profesores. Sin embargo, está claro que hasta aquí hay vocación de diálogo y que nadie quiere terminar de pudrirla. El propio periodismo opositor, en su construcción de sentido para la clase media, trabaja el conflicto echándole la culpa al Gobierno porque, al no arreglar de primera movida o en plazos razonables, deja a los padres con problemas para saber qué hacer con los pibes si las clases no empiezan o los paros serán recurrentes. Pero no le da para ignorar que jamás hubo una escalada de inversión presupuestaria y recomposición salarial como la de esta etapa, sin que esto signifique que los docentes están bien pagos. Son comparaciones. Los gremios lo saben y reconocen, y de allí la disposición a continuar negociando y la improbabilidad de que el oficialismo sea atacado a diestra y siniestra por ese costado. La oposición también lo admite, de forma que no es por ahí donde resulta mejor sostener embestidas. Ergo, apareció como agenda que la reforma del Código Penal es un mamarracho indefendible.
El juez Eugenio Zaffaroni, quien presidió la comisión redactora del anteproyecto, se mostró ofendido y difamado –y extendió esa sensación a sus pares del cuerpo– en la destacable entrevista que la periodista Irina Hauser le realizó para Página/12, publicada el miércoles pasado. Y ayer se abundó en igual dirección, no sólo en este medio. Desde ya, mucho más que el estado de ánimo del juez cuentan las razones técnicas, demoledoras, con que contesta, uno por uno, todos los cuestionamientos insolentes que el alcalde de Tigre, algunos radicales, Eduardo Duhalde y las cohortes mediáticas desplegaron sobre el tema. Vaya una rápida síntesis para ilustrar. Se dispara contra la cantidad de delitos excarcelables, cuando la prisión preventiva y las excarcelaciones son aspectos que regulan los códigos procesales de las provincias. No el Código Penal. Los delitos de orden común los juzgan las Justicias provinciales, no la federal. Massa propuso juntar firmas o hacer una consulta popular para frenar el proyecto, y el último párrafo del artículo 39 de la Constitución establece que están prohibidas las iniciativas populares en materia penal. Se critica que en el anteproyecto no hay prisión perpetua posible sino un tope de 30 años, que es “el límite que responde más o menos a la mejor legislación comparada del mundo civilizado”. La pena de reclusión perpetua, que en Argentina debe entenderse como “prisión” desde la ley de adecuación del estatuto de Roma, desapareció en los hechos desde 1958. No se evapora ningún registro de reincidencia. Lo que desaparece es justamente la libertad condicional, que suelta al preso “para que no se lo vea más porque sólo tiene que ir a firmar una vez por mes”, y se la reemplaza por penas sustitutivas convenientemente controladas. Y lo único que tiene el texto de “revolucionario” es que suplanta al caos total vigente porque, en sí mismo, es en realidad conservador, ¡dice el propio Zaffaroni. ¿Cuánto nivel de impudicia se necesita para desconocer tan brutalmente materias legales y transformar eso en el brulote de que nadie va a ir preso? Como también dice el juez de la Corte, el hombre común que oye las barbaridades que se dicen piensa que cualquier sujeto que mató a toda la familia será indagado y mandado a la casa mientras se hace el proceso. El “ciudadano zapatero” que lo registra tiene todo el derecho a creer que se juntaron a modificar el Código Penal “cinco dementes irresponsables”, de proveniencia ideológica plural, incluida la mismísima derecha a través de Federico Pinedo, diputado nacional del PRO que también debió salir a retrucar los disparates de Massa y compañía (para luego, eso sí, quedar desautorizado por Mauricio Macri y María Eugenia Vidal; le aprobaron formar parte de la comisión evaluadora de un asunto que atañe a la mentadísima inseguridad, y de pronto se les ocurre que no es momento para abordar la cuestión).
Hacia fines de mayo del año pasado, días después de la advertencia editorial de un periodista de La Nación –sin precisiones de índole alguna– acerca de que el Gobierno se aprestaba a intervenir al Grupo Clarín, el escritor William Scholl publicó en su Facebook un relato paródico sobre las operaciones de prensa a partir de noticias falsas. Muchos lo recordarán, porque fue todo un suceso en las redes y más allá también. Scholl utilizó la figura del ornitorrinco, mamífero de lejanas tierras que no habita la nuestra. Se valió de la información apócrifa real, sirva la figura. Y desde allí tejió un encadenamiento en el que lo inverosímil avanza hacia lo ridículo, pero concretando la impresión buscada: la parodia es tan obvia como la certeza de que sus graderíos son más o menos del mismo modo efectivamente, respecto de la impunidad con que suele manejarse cierto periodismo. En la noche del domingo de la falsedad noticiosa, acerca de que el Gobierno tendría listo un plan para eliminar a todos los ornitorrincos de Argentina, un monologuista televisivo ruega a sus consumidores que hagan algo para parar el exterminio, y que no lo hagan por él, sino por los ornitorrincos. Al otro día, el diario del grupo involucrado titula que hay una feroz embestida gubernamental contra los ornitorrincos. Con amenaza de extinción incluida. Y sigue con una serie de periodistas y dirigentes políticos, quienes se suman al delirio parido por el invento de base, llegando a una ONG con sede en Washington que llama a parar la matanza de la dictadura argentina. Todo termina a la semana siguiente, con el editorialista original diciendo que un funcionario del Gobierno, al que tampoco identifica, confesó la decisión de dar marcha atrás con la masacre de ornitorrincos, gracias a la determinación de la prensa independiente.
Si en su momento no lo leyeron, estimados lectores, háganlo porque es formidable la similitud entre haber artificiado que se pensaba intervenir a Clarín, el invento de que habrá un nuevo Código Penal capaz de convertir al país en una orgía delincuencial sin precedentes y las bolas de nieve armadas alrededor de ambas manipulaciones. Sin embargo, y nobleza obliga, en algún sentido esto es peor que aquello porque el invento de que se pensaba entrar a Clarín manu militari, o muy poco menos, arrancó en una operación periodístico-corporativa que contó con el apoyo dirigencial opositor. Ahora, en cambio, la alucinación operada nace en la dirigencia política, o concretamente en la necesidad de Massa de ganar espacio desde la demagogia del falso sentido común. Podrá decirse que en el fondo de los fondos es lo mismo y podríamos estar de acuerdo, pero hay ciertas diferencias que, tal vez, no sean tan sutiles. Una cosa serían medios de comunicación privados que juegan a sus intereses para que, de última, los clientes “compren” o no de acuerdo con la escala de valores que manejan. Y otra cosa vendrían a ser dirigentes partidarios –con aspiraciones presidenciales, para más– capaces de fabular desde una ignorancia explícita y/o maniobrada a sabiendas. ¿Es lo mismo la responsabilidad política y social exigible a un Magnetto –para el punto, o pongámosle– que la requerida en torno de un o unos dirigentes aspirantes a conducir la dichosa República? ¿Son lo mismo un “particular” fantasioso u operador, periodista o medio, por más poderoso que fuere, y un candidato a representar mayorías o minorías populares que no tiene idea de la Constitución nacional, ni de un borrador de proyecto de ley consensuado por especialistas? También, nobleza obliga, el artículo del colega Ignacio Miri, en Clarín del jueves, admite que este año habremos de acostumbrarnos a que las leyes, antes de escribirse, traerán consigo que gente como Massa, “sin pergaminos conocidos en el análisis jurídico pero con un olfato político que le reconocen hasta sus adversarios”, se dé cuenta de las oportunidades servidas. Lo único que le preocupa a Massa, dice directamente Miri para agregar al intendente de Tigre confesando en la intimidad que le “dejaron el hueco”, es no habilitarle la iniciativa al kirchnerismo, aunque en la confección de la reforma del Código Penal hayan intervenido “prestigiosos expertos”. La Gran Carrió, lo denomina asimismo el colega. No importa o no sé pero me opongo, con cuanta más virulencia mejor.
En resumidas cuentas: si el dólar quedó planchado y las catástrofes anunciadas no se produjeron, mejor que vuelva la masacre de ornitorrincos.
Publicado por pagina/12 el dia lunes 10 del 2014

lunes, 3 de marzo de 2014

ADELANTO EXCLUSIVO: LAS DEFINICIONES POLITICAS DE MAXIMO KIRCHNER COMO ORGANIZADOR Y DIRIGENTE DE LA AGRUPACION LA CAMPORA

“Siembran desánimo porque no quieren que nada cambie
El libro Fuerza propia. La Cámpora por dentro, de Sandra Russo, que la editorial Debate distribuye esta semana, incluye dos largas conversaciones con el hijo de dos presidentes. En los siguientes extractos aparecen su concepción de la política, los objetivos de la organización y su visión sobre los principales temas de la actualidad nacional.
 Por Sandra Russo
El 27 de octubre de 2010 murió su padre. Y lo que ellos ya estaban construyendo desde hacía años se hizo voluminoso. No se generó de la nada, sino con lo que ya se había hecho en los seis años anteriores. Pero en la mirada pública, los jóvenes salieron de debajo de la alfombra.
–Entonces se multiplicaron, se mezclaron todos los relatos sobre La Cámpora. Si íbamos por los contratos, si éramos los hijos del poder. Aunque no lo admitan ni hoy, tuvieron que reconocer que había muchos pibes y ellos no los veían. Yo me acuerdo de una nota que salió entre el acto del Luna Park y la muerte de Néstor, que hablaba de “mística prefabricada”. Esa es la visión de ellos. El simulacro. Ellos no creen y suponen que entonces nadie cree. Un mes después se muere Néstor y salieron a decir que lo armó Fuerza Bruta. No lo pueden explicar. Se van por la tangente. Estaba en el aire. Yo lo había olido en el Luna Park, ese magma. Sobre la salud de Néstor, yo percibía. Pero el tipo lo tenía decidido, iba a seguir. Eso lo hablé hace poco con la hija de Hugo Chávez. Ella estaba enojada por el desgaste que producía la campaña en la salud de Hugo. Pero qué podés hacer. Lo podés sentar, le podés decir lo que vos pensás, lo que vos preferís. Pero es su vida, son sus decisiones. Antes del acto del Luna Park, cuando recién salía de la internación, yo le decía: “no vayas, no vayas”. “No –me decía–, quiere hablar tu vieja pero voy a hablar yo, porque los pibes me quieren escuchar.” Logramos que no hablara. Vos ves las imágenes y le ves la emoción en la cara, en los ojos. Trato de no ver el video, no lo resisto. El vio la semilla. Y después la riega el 27. Y la nuestra es la responsabilidad del chico del violín, el de la película. El que dice “este violín me lo dio el Presidente”. Esos pibes tienen la posibilidad de vivir de acuerdo con lo que creen, de animarse a creer, de animarse a desilusionarse. Porque esto es así. Te desilusionás muchas veces pero volvés a creer. Hay riesgos. Los Alberto Fernández en política son una constante. No deja de doler, pero uno tiene que seguir. Cuando Néstor muere en Calafate, yo no lo quería traer. Yo quería que se quedara en Gallegos. No quería verlo rodeado de gran parte de la dirigencia política, los que lo habían difamado, le habían mentido, lo habían traicionado... Porque traicionarlo, y con De Narváez... Pero cuando vi a la gente, dije: “Bueno, esto es otra cosa”.

Los compañeros

Ahora La Cámpora forma parte de Unidos y Organizados, que “nos supera, es más grande que nosotros, pero para llegar a eso tuvimos que pasar por todo lo anterior”. En perspectiva, desde sus orígenes, La Cámpora lo que ha hecho es aglutinar. Primero, a los militantes de los ’90 que no tenían pertenencia o que se resistían a una conducción. Después, a las nuevas generaciones, que ahora son las que la nutren mayoritariamente. Esos chicos y chicas –ejemplifica Máximo– “nacieron con Telefónica. De Entel ni se enteraron”. Sin embargo, esas generaciones ya llegan embanderadas con la idea de un país, y con la conciencia de que a ese país sólo se puede llegar a través de un salto colectivo.
Los más chicos, mientras tanto, empiezan a trabajar en los barrios, que son el epicentro de todo. El trabajo territorial ahora lo hacen también los cuadros universitarios. Sobre ellos, sobre el semillero, sobre las mil flores, Máximo dice:
–Nosotros no bajamos a los barrios como una cuadrilla de limpieza ni a repartir nada. Cuando la gente se involucra y cuida las cosas, se quiere más, vive mejor, se puede organizar. No hay organización posible si no hay autoestima. No sabemos qué expresión electoral tendremos, pero estará bien lo que resulte. Nuestro trabajo es a largo plazo. Nosotros abrimos. Hoy parece que el peronismo es lo que abarca todo, pero hay que ver qué piensan los pibes, si se sienten tan representados de esa manera como para decir que son peronistas y ya está. Lo que se escucha es Cristina. Los veo muy de ir con lo propio. Están muy decididos. Y eso es lo que no ve ni siquiera gente que nos ha venido acompañando. Ven a los pibes y se enervan. Nos dicen soberbios. ¿Por qué soberbios? ¿Uno defiende su posición y es un soberbio, y se tiene que bancar que vengan y te insulten y te digan que todo anda para la mierda y, de esa manera, callado, uno estaría demostrando que es democrático? ¿Y qué sería lo democrático? ¿Que el que sacó el 16 por ciento le diga lo que tiene que hacer al que sacó el 54? Que digan lo que quieran, nosotros seguimos. La Cámpora no es ni dogmática ni pragmática en exceso. Esa permeabilidad nos permite seguir ampliando bases. Hay políticas fuertes, como la de derechos humanos, o el desendeudamiento, que son esenciales, constitutivas, como la conducción de Cristina. Sabemos que hay sectores con los que no es posible ningún acuerdo porque si no te cagan a la entrada te cagan a la salida. Después, hay mucho que es discutible, conversable. Pero que se pongan entre ellos mismos de acuerdo. Porque si un día la asignación universal se va por la canaleta del juego y de la droga, y al día siguiente otra persona de la misma foto es capaz de decirte que el problema es que hay que aumentar la asignación, no hay discusión posible. Lo que reclamamos es un poco de consistencia. Nosotros a los pibes no les vamos a decir que no se puede. Los pibes ya se despertaron. Esa porción de la Argentina, después de 2015, va a seguir exigiendo.

La fuerza propia de este proyecto

–Más allá de las organizaciones juveniles, de todas las organizaciones, no sólo la nuestra, yo creo que toda la juventud entiende que la cosa va por otro lado, y el cambio se va a terminar dando. Esto tiene que cambiar, pero no es medible en períodos electorales. Diez años no es nada. Hace diez años llegamos y era desolación. Yo entiendo que muchas veces se diga de mí: “El, porque está en otra situación”. Y es verdad. Pero, en líneas generales, la situación de toda la sociedad mejoró en estos diez años. Algunas de esas mejoras trajeron aparejado otro tipo de problemas, y no lo vamos a negar. Las mejoras en el poder adquisitivo de la gente, por ejemplo, traen otros problemas que crea el ritmo de consumo de la sociedad. Las mejoras en términos laborales traen aparejados ahora otros problemas, los salariales. Yo creo que de todos modos esas reivindicaciones salariales no pueden ser las únicas de los gremios, porque por caso están las reivindicaciones por las condiciones de trabajo. Y también falta la conciencia de que cada gremio es parte de un todo. No es que no entienda la lógica corporativa, ¿eh? La entiendo, pero la última vez que la política se corporativizó fue en 2001, cuando toda la política se cubría a sí misma. Y estalló todo. La política dejó a la sociedad de lado y se quiso salvar sola. No pudo ser. La discusión que tenemos por delante es inmensa, por eso creo que hasta la Iglesia está cambiando, o queriendo cambiar. Los medios se centraron últimamente en el ataque a la juventud en general, y a algunas organizaciones juveniles en particular. Dicen que todo se hace por contratos, por cargos. Ese cliché. Y mientras tanto no se ocuparon de los pibitos que son usados para vender drogas, para delinquir o asesinar. Se olvidaron de un montón de cosas. El eje de ataque de algunos medios fue la juventud que hace política. (...) Estamos dispuestos a discutir todo lo que sea, lo que haga falta. Pero que nos ataquen cerrilmente mientras obvian otras cosas muy graves que pasan alrededor del tema de los jóvenes, por acción u omisión... En este país hay muchos jóvenes trabajando seriamente por otra cosa. Hay que alentar esas acciones. Si uno pretende que la sociedad cambie desde el desánimo, no cambia más. Por eso siembran desánimo.

Las elecciones de mediano término y las de 2015

–Lo que pasó estaba dentro de nuestras expectativas. Las elecciones de mediano término... Las únicas que ganamos fueron las de 2005, cuando Cristina fue candidata por la provincia de Buenos Aires. Las otras las perdimos. Creo que el principal derrotado en las elecciones del año pasado fue el odio. Habría que ver la Capital Federal en ese sentido, ahí todo tiene otra composición, pero lo que pasa ahí no es lo único que pasa. En líneas generales en todo el país lo que fue furiosamente antikirchnerista no cuajó. Uno ve cómo termina De Narváez, que se paró ahí, en el “Ella o vos”, que le había ganado a Néstor Kirchner, que tenía la fórmula de la Coca-Cola, y lo ves terminar boqueando con Plaini, con Moyano, y que fue del treinta y pico que creía que tenía al cinco por ciento. La política es muy dinámica. Lo que sí es claro es que hay proyectos que electoralmente se vienen sosteniendo. Esos proyectos pueden tener a veces más o menos votos, pero es eso lo que finalmente se plantea a través de las ofertas electorales, los proyectos. En octubre el derrotado fue el odio, salvo en el caso de Carrió, que representa a los sectores más recalcitrantes y conservadores de la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentra la mayor parte del odio y el poder mediático. Como perdió el odio, esos sectores hoy apoyan a Massa, que es confuso. La propuesta de Massa es ésa, la confusión, un tipo que estuvo dentro del proyecto, que fue fronterizo, que en 2011 acompañó a Cristina muy contento. En cómo le fue en las elecciones pesó la asociación que hizo mucha gente entre su figura y las políticas de inclusión jubilatorias que llevó adelante este gobierno. Massa fue un administrador de los recursos que se obtuvieron gracias a consensos que costó mucho lograr, y no fue él el que los logró. Empezó su campaña diciendo que había que preservar lo que estaba bien y cambiar lo que estaba mal, de modo que los beneficiarios de la asignación, por ejemplo, no se sintieron amenazados. Aprovechó. Percibió que no había cabida para algo rabioso contra el Gobierno. Los poderes de siempre buscaron que los representara alguien más tamizado que los candidatos puramente odiadores, y Massa se deja usar en ese sentido. Pero va a tener que cuidarse, porque cuando te usan esos sectores, si no respondés fielmente a lo que te piden, de la misma manera que te impulsan te desechan. Massa hace ruido rápidamente primero, porque se rodea de economistas que sabemos lo que plantearon y plantearán, y aparte es obvio que muy pronto se le exige una postura de mayor enfrentamiento. De repente van todos con la Constitución en la mano –era muy gracioso ver a gente como Cariglino con la Constitución en la mano– porque querían firmar ante escribano que se iban a oponer a la reelección de Cristina. Era patético, porque ellos arrancan la campaña con un tema que no salió de nosotros, Cristina jamás planteó su reelección. Confunden las cosas. Cuando nosotros hablamos de llevar adelante un proyecto político en el tiempo, ellos permanentemente lo confunden con los tiempos institucionales. No hablábamos de eso. Nunca hablamos de eso. Cristina conduce un proyecto político y ha generado prole, lo cual a esos poderes de siempre les crea un problema. O sea: que haya generado prole le da la posibilidad de una continuidad en el tiempo, y es eso lo que nunca había pasado y a lo que se oponen férreamente. Eso le da una identidad que va más allá de su persona como candidata. Matrimonio igualitario, recuperación de Aerolíneas, de YPF, son todas cuestiones que cruzan transversalmente a la sociedad. Esa identidad que logramos no a través de palabras sino de hechos y gestión es lo que atacan brutalmente cuando atacan a La Cámpora o a las otras organizaciones políticas que acompañan este proyecto. Ellos tienen la necesidad, para llevar adelante las políticas económicas que les interesan, de que este proyecto político termine mal. Si uno repasa la historia argentina, a esos intereses siempre la violencia les sirvió para confundir y terminar imponiéndose. La violencia es una herramienta útil para ellos. ¿A quién terminó beneficiando una y otra vez la violencia social o política? A los sectores más concentrados de la economía. Sin excepciones.

Los cambios y las reformas que hagan falta

Máximo observa qué pasa en algunos países vecinos. En Chile, por ejemplo, donde Michelle Bachelet fue nuevamente electa después de los cuatro años frustrantes de la derecha de Piñera, o en Uruguay, donde Tabaré Vázquez vuelve a asomar como posible presidente.
–En Chile la Constitución dice que nadie puede tener más que un solo mandato, pero parece que la gente quiere otra cosa. La reforma constitucional es una discusión pendiente que habrá que dar, no ahora, porque van a decir que es oportunista. Pero eso no quiere decir que en algún momento no haya que darla. El tema de la posibilidad de la reelección no pasa por una cuestión constitucional, sino por lo que la gente quiera. Si te vota o no te vota. ¿Qué era lo que decía Clarín en su momento? Pasan los gobiernos y Clarín queda. Claro. El sistema está organizado para que esos poderes, sea Clarín o cualquier otra corporación –porque a esta altura Clarín es un símbolo que lo excede–, puedan desarrollar sus intereses sabiendo que a lo sumo tienen que resistir uno o dos mandatos. Ellos quedan. Cuando Néstor habla de Clarín nunca habla sólo de Clarín, sino del ariete de los sectores concentrados. El ariete que con el tiempo, además de haber sido el vocero y, gracias a eso, se transformó el socio de esos intereses. Primero fue vocero, pero después le dieron Papel Prensa, después vino el cable, con nuestros errores. Después el campo, pero de esos sectores ya tampoco eran voceros sino socios... Los gobiernos pasan y son ellos los que están agarrados del poder.

La operación y la oposición

Antes habíamos hablado de la decisión y de la vocación de su padre, que no pudo parar el motor encendido de la política. Esta vez le pregunto cómo afrontó la operación en el cráneo a la que fue sometida su madre a principios de octubre pasado, después de una caída doméstica en Olivos.
–Uno la ve que atraviesa situaciones y después sale con fuerza, pero claro, está presente lo que pasó con Néstor. Cuando apenas asumió el segundo mandato hubo que atravesar el tema de la tiroides. Y después esta otra operación. Uno no es insensible ni a lo que tiene que pasar ella ni a la virulencia con la que la atacan. Uno quisiera, uno está tentado muchas veces de salir a decir o a hacer cosas para defenderla, pero las responsabilidades son las responsabilidades, y además la que manda en cualquier situación, incluso en ésta, es ella. Pero creo que la sociedad también tiene un techo para eso. Incluso los que no están de acuerdo, incluso los que la critican: hay un límite. Y saben, perciben que Cristina es el último dique de contención que hay hoy en la política argentina contra los intereses que hicieron de la Argentina un país invivible y que tuvo su corolario final en 2001. Creo que hoy no hay ningún otro dirigente político que exprese esa contención, porque para ganar espacio han transado con esos intereses. La sociedad puede estar más o menos enojada con no-sotros, pero percibe a los otros candidatos, al menos hoy, como meros alfiles de esos poderes. Y eso nunca mejorará la vida del pueblo.
¿Y cómo visualiza o avizora Máximo Kirchner el vínculo con sectores opositores? O todavía más: ¿cómo concibe el rol de un opositor?
–Yo no voy a hacer lo que nos hacen a nosotros. Y quizás en algún punto eso sea un problema para no-sotros en el futuro. Pero creemos firmemente que uno tiene que construir siempre, desde el oficialismo y desde la oposición. (...) Nosotros no queremos ser como ellos. De ninguna manera queremos falsear la lectura de la realidad para perjudicar a un adversario. Necesitan hacer que, más allá de los problemas genuinos que tenemos –que no los negamos, como no negamos las contradicciones–, necesitan desesperadamente su fracaso, convirtiendo ese fracaso en el de todos. Y de esa manera nunca van a nacer opciones superadoras. Esto es lo preocupante de este país, hoy. Que quieren que Cristina termine mal, y no tienen nada mejor para ofrecer. No-sotros creemos que si perdemos porque aparece algo que nos supera y nos mejora en términos de un proyecto que incluya y que beneficie a la enorme mayoría de los argentinos, bancamos, está bien. Pero no es eso lo que pasa. (...) Acá hay que trabajar y trabajar con todos los que sea posible. Lo que más bronca me dio el año pasado es que nosotros, en la tragedia de La Plata, en las inundaciones, nos pusimos a trabajar sin pausa, sin dormir, sin respiro, y en el medio de tantas necesidades nos encontramos con que el gran tema, el gran debate, fue pechera sí o pechera no, en esa discusión entre el compañero Andrés Larroque y el periodista Juan Miceli. (...) Yo me alegraría si pasa un desastre en mi barrio y aparecen pecheras radicales o troscas o lo que fuera, incluso Melconian con veinte pibes de amarillo, dispuestos a dar una mano. Creemos en eso cuando lo hacemos nosotros y cuando lo hacen los demás también. Que convenzan trabajando, no desde la tele. Que convenzan en el territorio, con capacidad de gestión. Porque para poner en marcha un operativo de organización tan grande como el que hubo en La Plata tiene que haber capacidad de gestión. Si no avanzamos así, ¿qué nos queda? ¿Volver a venderse por televisión? Y ojo, porque muchos de los políticos que hoy critican desde la televisión no te pisan un solo barrio, y si están hoy en la televisión es porque hubo diez años en los que pudieron volver a salir a flote después de que en 2001 todos fueron arrasados. Si hoy reaparecen personajes que se dedicaron a ajustar y durante un largo tiempo tuvieron que mantenerse en la sombra es porque hubo un tipo que entre 2003 y 2007 se dedicó a laburarse todo, y porque Cristina desde 2007 se entregó en cuerpo y alma a cumplir con sus responsabilidades para construir un país más justo que el que teníamos el 25 de mayo de 2003, cuando nadie daba nada ni por Néstor ni por el país.