Por Horacio Verbitsky
Durante la dictadura, para ingresar al cuerpo de informaciones de la Policía Federal había que rendir diversas pruebas, una de ellas sobre matemáticas y geometría. Mientras hacían los cálculos, los futuros agentes destinados a infiltrarse en distintas organizaciones reforzaban su preparación ideológica, por medio de palabras generadoras que sintonizaban con el universo verbal de la profesión elegida, por su carga de sentido existencial y contenido emocional. En esta verdadera pedagogía del opresor, los informantes policiales en vez de contar peras, manzanas u ovejas, realizaban sus ejercicios con comunistas, peronistas, radicales y personas “de ideologías no definidas”.
Esta Noticia me hace acordar a un escena Capusotteana...
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